
Quiero ser princesa de cuento de hadas,
que los duendes salgan a mi encuentro,
tocando sus tambores y sus flautas,
que los elfos reciban mi visita a su mundo
con unas flores blancas y una sonrisa.
Vengo en busca de la calma y la armonía,
iré al lago más famoso, el de los unicornios,
abundan príncipes encantados en ranas,
que al besarlos se transforman en humanos,
buscaré la rana más deslucida y desvalida,
ofreceré mi beso cariñoso y sincero,
así su hechizo ya no surgirá efecto,
tendré ante mí a mi príncipe azul.
Cabalgaremos por verdes praderas,
en su caballo blanco de pelo largo,
para llevarme a su castillo de piedra,
abandonado por el tiempo pasado.
Sortearemos en nuestro camino
brujas y diablillos traviesos,
dispuestos a todo por destruirnos,
intentando impedirnos el paso
con todas sus pequeñas artimañas,
nada que temer en este mundo
donde la fantasía es la que gobierna.
Dragones vendrán a nuestro encuentro,
para batallar en sus conspiraciones,
pero como ya es sabido por todos,
la alianza de príncipes y dragones,
podrá con cualquier rivalidad
de que no reine la felicidad.
Colorín, colorado…..
Este cuento se ha acabado.